Mi ángel guia (Cartas a Fernando)
 
 Después de mucho buscarle, de desearlo con todas mis fuerzas y pedir al universo que me ayudara y guiara para dar con mi alma gemela, ya que he querido mucho y no sé si fue lo suficiente, quería creer que mi fe no me fallaría y que existía por encima de todo ¿Pero como reconocerla? Saber quién es esa persona elegida por tu alma para compartir y amarle hasta el final de la vida, ¿Todas las experiencias pasadas me ayudarían? Y el cómo conectar espiritualmente y mentalmente tanto en cuerpo como en alma. Estuve refugiada en mi soledad durante mucho tiempo, dentro de mi burbuja invisible a los ojos de los demás, soñando con ese ser especial, llevaba mucho tiempo durmiente tratando de tener paz en mi corazón para alivio de mi alma, había entrado en una especie de laberinto sin salida y retornar de nuevo para darme al amor eterno era algo que me daba miedo, busque un consejero que me ayudara a encontrar la paz y las respuestas a mis complejas preguntas. ¿Realmente era eso lo que quería? ¿O tan solo su consuelo? Y cuando creí estar realmente sola, ya que eso era lo que yo quería empecé una rutina diaria jamás imaginada por mi; ni menos esperada, hablar con él a diario era tentador y muy arriesgado y una necesidad hecha costumbre. Necesitar de sus llamadas diarias a pesar de no saber que nos estaba pasando en esos encuentros casi nocturno y esa necesidad carente de malicia hacia que empezara a dormir sin mis eternos dilemas; Le hacía todo tipo de preguntas, las más complejas para un hombre diría yo y para todas con su serenidad y gran paciencia me respondía, el tenia las respuestas y yo cada día más preguntas. Y mi alma necesitaba todos los días respirar y expandirse, sacar todo lo que guarde del pasado haciéndolo presente, tenía que escupir hasta el último dolor, herida y resquemor de mis adentros, vaciando y limpiando mi espíritu y mi alma al completo, ¿Sería capaz de hacerlo?  ¿Cómo empezar de nuevo? Más preguntas y dormir de nuevo ya sin miedo, tranquila sin llorar la pena que llevo dentro. El amor soñado desde hace tanto tiempo, el alma gemela ¿De verdad existía? Y como la recibiría con tanto dolor y sufrimiento, ¿Sería un amor perfecto? el siempre soñado, sentido desde mi sentimiento. Las esperanzas robadas y mis ilusiones muertas y enterradas. ¿Cómo contarle todos mis secretos? ¿Y quién era yo para hacerle cargar con mis fracasos? ¿Era consciente de que le podría hacer daño? Todo lo enterrado debería quedar enterrado; fiel consejero e inocente, podría dañarlo y cada día se hacía de día hablando de todo aquello que me había aterrado. ¿Elegí de alguna forma al consejero?, era como un ángel siempre abrazando sin tocarme cada uno de mis sentimientos y acariciándolos en secreto, aliviando todo y cada uno de mis sufrimientos. Yo suspiraba cada noche al ir desterrando de mi el pasado, ¿Pero y mi ángel consejero?  Dormía él tranquilo, eso me había empezado a dar miedo ¿Podría él con tanto? Ya habían pasado meses y mi salud mental y física mejoraba a pasos agigantados, me repetía a mi misma una y otra vez ¡Qué haces! Y me empecé a preocupar por él y sabía que necesitaba verle, estar frente a él y ver lo que sentía temía haberle hecho daño y pedí verle, necesitaba abrazarlo con todo mi corazón y besarle para expresarle de la única forma que se mi agradecimiento por aguantarme tanto tiempo, quería y deseaba abrazarle, de alguna forma sabia que ese día me dormiría en sus brazos como una niña pequeña mimada, así era como me hacía sentir la ternura inmensa que salía de sus palabras para mi eran mágicas, mi ángel había echado de mi vida todos los demonios logrando que durmiese como un bebe en brazos de su madre, el mecía mi cuna en la distancia . Cómo sería si me abrazara a él y cerrara los ojos, ese momento tan esperado y se acercaba el día en que nos encontraríamos por primera vez, solo pensarlo mi corazón aceleraba su ritmo calentando mi sangre.
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