Son tantas las heridas del alma
Ocultadas en el olvido
Sin cicatrizar
Son tantos los errores cometidos por otros
Que no supe frenar
Son tantos los perdones que he dado
Que ninguno para mi supe guardar
Que ahora salen todos a flote
Y me quieren devorar
Mi alma dolorida
Apenas sostiene un halo de vida
Me mortifica y no puedo gritar más
Víctima de la venganza
Los cuervos esperan
Y así darme la estocada final
Herida de muerte estoy
Dios manda mi Ángel
"Para que pueda morir en paz".
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