Ya de noche me muevo entre las tinieblas
Veo almas errantes entre las sombras
Cuerpos inertes, mentes vacías carentes de vida
Y al caer la noche la oscuridad les hace frente,
Sus pasos se hacen hueco entre mis huellas,
Siento su frío y el eco de su aliento invisible
Me abro paso entre ellos, como el viento
Que a su antojo mi pelo maneja
Y dulcemente lo acaricia dejándolo despeinado
Es una sensación agradable y las hojas de los arboles
Me susurran tu nombre constantemente
Mi alma desgarrada suplica encontrarte
Mi grito se esparce entre las tinieblas
No hallara paz si no es encontrándote
La lluvia cala mi ropa y empapa mi cuerpo
Su roce es una caricia tuya desde la distancia
En ese momento te siento, tocándome,
Acariciando mi cuerpo, ¡Bésame!
Déjame sin aliento, déjame sin suspiros
Sigo avanzando en busca de tu alma errante
Te siento, te siento, ven a mí, mi amado
Te espero para recorrer la senda final
Más allá de este nuestro amor mortal
Y abrazados poder dormir eternamente
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