No puedo calcular el alcance de mis heridas,
tampoco el dolor sufrido, tan solo veo nubes negras
y se me hiela la sangre al verlas pasar y son tan largas
tus ausencias que mis lágrimas son iguales
que la lluvia que golpea mi ventana;
lloré en silencio mi soledad, mi querido amor,
tu dolor es ahora mi dolor
y tu ausencia suena a música de despedida,
vivo con el alma encarcelada en mi puño
y cada latido de mi corazón clava una espina en mi alma
que derrama y desgarra sin compasión ,
y yo bailo solo una canción que encamina
mis pasos hacia el olvido. Ya no hay lágrimas,
pero tampoco quedan recuerdos de tus caricias
y besos en mi cuerpo. Recuerda mí amado,
tu dolor es ahora mi dolor y como tal se apodera de mí
y me muero, y poco a poco me voy dejando ir,
ya no oigo el trinar de los pájaros bajo mi ventana,
tampoco veo salir el sol, el agua golpea fuertemente los cristales
y las lágrimas derramadas se han teñido de sangre,
la tarde la cubre un crespón negro y mi cuerpo agoniza,
me marcharé sin saber qué pasó y no tendré noticias tuyas,
tan solo cerraré mis ojos cansados para poder dormir,
recuerda amor que tu dolor ahora yace conmigo
y tendré que decirte adiós.
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