Sin miedo a nada y sin temblarme el pulso
Mis manos se aferran al puño
Del hierro frío de la espada
Mi cruel locura te ha dado caza
Y a jirones te despojo y destrozo tu cálida alma
Soy fiera herida con dientes firmes y afilados
Desgarro tu cuerpo con gran placer
Y así devoro tu alma y he de morir por mí
Y por ti también.
Vagando igual que un fantasma solitario
Soldado de las tinieblas de armadura gastada
En mis manos agarro la espada, agazapado
Esperando la muerte, soy un animal feroz
Apedréame y sobre mi pecho clava a fuego
La última lanza, no tengas ningún tipo de piedad
Y libera así de este castigo mi maldecida alma.
Demonio enloquecido que arrastra su guadaña
Tapa mi rostro y cierra mis ojos sangrientos
Y dame muerte sin venganza
Que al cielo pediré clemencia por tu alma
Sé mi verdugo y tira mi cuerpo a las alimañas.
No sufras, será un acto de clemencia
Y hallarás así tu recompensa.
Lamentos callados y lágrimas,
Hasta el final de los tiempos
Que agonizo en silencio a la espera
De que la muerte me reclame
No tengo miedo, nada sé de mi alma maldecida
Y espero mi destierro como un perro fiel
Espera en la tumba de su amo.
Miedos, locura, tristeza, a quien engañar,
No hay amor, ni tampoco sentimiento de culpa
Ya no queda nada, no hay cielo sino infierno
Ni pecados perdonados
Nunca fui del todo maléfico
Pero tampoco fui clemente.
Las lágrimas quizás más tarde
Dejaré algo para el recuerdo.
Estoy escribiendo, me despido
Ha llegado mí tiempo y he de irme
Quizás alguna estrofa de un poema
Y quizás lo recuerde mientras
Cierro por última vez mis ojos
Lo recitaré susurrando llegado el momento
Unas notas escritas en unas hojas rotas
Con un lápiz de carpintero, algo romántico
Algo de amor, pasión, lujuria
Tan sólo es un juego macabro.
Con mi locura plasmé en el papel un gran te quiero
Y dibujé un corazón atravesando mi espada
Y esbozaré una última carcajada malévola
Brotando la sangre en cada latido de mi torpe jadeo
- ¡Es lo único que dejo! -
Las lágrimas quizás para más tarde
No enturbiemos tan afligido recuerdo
Soy soldado de las tinieblas
De armadura gastada, demonio enloquecido
Lleno de ira y rabia que arrastra su guadaña
Y el infierno me ha guardado una cita.-
- Quizás, quizás para mañana -
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Cada vez escribes mejor, Marina...
Besos guapa y gracias