Un cuento de Navidad.-

Cuando era pequeña me parecía que las Navidades siempre pasaban volando y el deseo de que volvieran a casa de nuevo se convertía en un hermoso sueño, la magia la ponían mis padres, somos muchos hermanos nada menos que nueve, falta el número diez, mi hermano José Luis, falleció cuando era un bebe y el recuerdo de él siempre estará en nuestros corazones ya que gracias a mi madre aun siendo yo tan pequeña al rezar y pedir por el alma de mi hermano de alguna manera sin saberlo quedo grabado en mi corazón para siempre. Llegaba el mes de Diciembre y esperábamos impacientes por el árbol que siempre traía mi padre del monte, ¡menudo pino! De los mejores, y ya empezaba la bendita Navidad, los adornos del árbol eran made en casa y no made en china ni cosas similares, alguna bola comprada y las serpentinas plateadas de todos los años, el algodón lo cogíamos del botiquín, la estrella era de cartón y la envolvía con papel plateado mi padre, también hacia pequeños regalos lo pasábamos genial ayudando o estorbando, las dos cosas. Y los villancicos yo me los sabia todos, el portal de Belén con musgo natural, no teníamos muchas figuras pero nos gustaba mucho hacerlo, y decorar toda la casa, esperábamos que llegase esa noche tan especial y el fin de año, era maravilloso, claro que después  venían los reyes y el paquete completo, aun me pregunto cómo se la apañaban mis padres para hacernos tan felices, si cierro los ojos aun creo escuchar aquel viejo tocadiscos, las zambombas, panderetas y como no; el tambor, ellos sí que eran mágicos lo digo por mis padres que siempre nos envolvieron en el espíritu de la Navidad, a pesar de que eran tiempos difíciles y tantos hijos, ellos hacían que el milagro de esas fiestas y toda la magia nos contagiara de alegría y felicidad, las sonrisas y esas cenas especiales. Recuerdo a mis hermanos los más pequeños tan inocentes, nos metíamos en la cama pronto ya que no podíamos ver a los reyes y como niños nos dormíamos esperando quedar despiertos y pillar a los tres reyes, pero nos vencía el sopor del sueño. Por la mañana la que liábamos abriendo los regalos, menuda diferencia, ahora se lleva a los niños al corte Inglés o cualquier juguetería y ellos mismos eligen lo que quieren, ya no hay magia ni sorpresa y lo peor de todo es que se empeñan todo el año para comprar juguetes a los niños, a los cuales muchos de ellos ni les prestaran atención. Ya no se sale a la calle a jugar con los amigos ni presumes con tu muñeca nueva, total las niñas tienen un montón de muñecas, ahora no tienes que esperar todo un año a que te regalen una y eso si con suerte los reyes magos eran generosos, y a los niños les pasa lo mismo, con cinco años ya tienen ordenador, para que van a querer un avión o un camión. Como hemos cambiado, y ahora la maldita crisis que ha dejado a muchas familias sin lo más necesario, techo, alimento y dignidad. Volveremos a tener aquellas maravillosas Navidades o por lo contrario desearemos que pasen de largo. La magia de la Navidad ese duende que todo lo envuelve, ayer empecé a escuchar villancicos como hacía antes,  espero que la estrella de oriente, se oriente bien y nos traiga mucho amor, armonía, trabajo, respeto, sensibilidad, honor, paciencia y que todos los humanos por un momento nos comportamos como hermanos, no quiero guerras, ni hambrunas, ni niños muriendo por falta de humanidad, quiero coherencia, compromiso, unión y sobre todo paz, mucha paz para todos. “Feliz Navidad y feliz año nuevo a todos”  
Te quiero papá.
Etiquetas: |