Mi
niña inocente, carente de malicia siempre rindes batalla,
dando
la cara por aquellos que dicen ser amigos,
mi
niña inocente sin escudo y sin lanza,
desprotegida
de noble mirada y sensible corazón; ¡ay que dolor!
sin
saber que te pueden romper el corazón,
mariposa
de bellas alas que vuela y vuela
emprendiendo
la busca de esos que dicen tener la razón;
que
no te engañen mi niña, ¡Los amigos no son para siempre jamás!
allá
donde un día hallarás el camino de la verdad
y la
inocencia te abandonará,
allí entonces entenderás que las batallas son
de otros
y te
tocará retirar un cuerpecito frágil y dañado
por
gente sin moralidad que se decían amigos
y te
ponían al frente de sus luchas
escondiendo
sus caras, cobardes y débiles que utilizáis
un
ser inocente, carente de malicia lleno de bondad
incapaz
de ver que tejéis telarañas llenos de envidia
sedientos
y hambrientos de una venganza voraz
¡Cobardes
sí!; Ya no sois inocentes decirme ¿A qué jugáis?
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