Te pasas toda la vida esperando
Esperando que te llamen del médico
Esperando que te pidan perdón
Esperando que salga algo bueno de esto
Esperando que la vida te dé otra oportunidad
Esperando a no tener rencor
Esperando olvidar lo que no puedes
Esperando que llegue una bocanada de paz
Esperando que lo que está pasando
No te reste vida como mínimo
Esperando un amor compatible
Ya que esos, todos están ocupados
Esperando un milagro o dos mejor
Pero un día de das cuenta de que tu cara luce arrugas
Y tu bello pelo luce demasiadas canas
Tú ya no eres tan joven, tan bella
Que la vida te arrebato tu lozanía
Ya no te quedan fuerzas y eres más frágil
Tanto que todo te duele, duele el alma,
Duele el corazón y el raciocinio.
¡Y ahora qué!
Ahora simplemente te sientas y esperarás la muerte.
¿Y si te sales de la cola de espera?
Donde no te duele nada, no ves ni sientes,
Al país de nunca jamás
A respirar la brisa con mis agallas
Disfrazadas de pulmones
Desnuda y descalza con mi piel nueva
Caminado por la selva de la esperanza
A curarme, antes de que me rompa más
Hasta llenarme de todo lo que echo de menos
Besos, abrazos, caricias para el corazón y el alma
Hasta rebosar y desbordarme de amor
Antes de que me rompa del todo
Y ya sea ceniza del pasado
Y lo más seguro es que allí me reconozcan
Ya que es el cielo de las almas gemelas
Los incompatibles desembocamos allí
Y claro, nos reconocemos todas
Menos mal que para respirar no hay que esperar.
A los que duermen en el mismo colchón
Y son de la misma condición
A las palabras necias.
Y
a los oídos sordos.
A
las ovejas y sus parejas.
A
los traidores, aunque avisen.
Al
que parte y reparte y se queda con la mejor parte
A
los sacos descosidos y los rotos.
Al
pájaro en mano y al que está volando
Al
corazón que no siente.
A
los cafés a medio terminar.
A
los que utilizan a un clavo para sacar otro clavo.
Agárralos
al vuelo y luego sopla...
Que
se alejen y muy lejos.