Diciéndote adiós


Y en la noche oscura sigo detrás de la luna,
Donde se escondió el día,
Marcho diciéndote adiós
Aullando cómo una loba herida.
Con el gesto firme  y la mirada fría,
Marcho y emprendo mi huida,
Mis pies descalzos, llenos de espinas,
Pero sigo el sendero escogido,
Gritando y desgarrándose mi corazón
Agarrándose a un halo de vida,
Mis propósitos son firmes, nadie me guía,
Reflexionando  si hice bien o mal,
Ahora, solamente, fue cosa mía.
El dejar de quererte es imposible
Pero no soy una muñeca de trapo,
Soy una mujer de carne y hueso
Que siente, llora, ríe y se enamora
Y enloquece por tu amor día a día,
Deseando que me llenases  de besos
Y en tus brazos perderme y reencontrarme
Amándonos como siempre me prometías,
Y cada promesa, en mi cara rompías,
Y de ese amor para siempre, para mí, tú no tenías 
Frívola tu sonrisa y cruel tu ironía,
Que por ese engaño, ahora aúllo de dolor como loba herida
Sólo me queda olvidarte, y sé, que eso,
Me llevará más de una vida
Ahora me despido y digo adiós,
Y al mirarte en mi semblante ves mi agonía,
Con esa mirada frívola
Y en mi sonrisa dibujo tu cruel ironía. 
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