Condenados.-

Somos dos cuerpos condenados
Al silencio de nuestros encuentros
Los deseos y suspiros de nuestras almas
Siempre te espero impaciente-”Deseándote”.
Como nunca…jamás deseé a nadie
Sin reprimir el deseo de la carne
Con mimos entre risas y abrazos
Los dos explorando la piel
Que cubre la forma de nuestros cuerpos
¡Llenos de hambre!.-
Nuestros cuerpos desnudos
Vibrábamos, estremeciéndonos, agitándonos
Nuestros alientos entre suspiros sofocantes
De sublime delirio desbordante
Haciéndote sitio para unirnos y ser un solo cuerpo
Placer entre los placeres carnales
Gozar del gozo jamás descrito por nadie.
Tus labios carnosos, sabrosos, exquisitos tan suaves
Acercándose a mi boca para fundirnos en besos húmedos
Mi cuerpo ofreciéndose al amor
¡En ese momento creí morir!
Palpitando nuestros corazones
Al fin al sentirnos en un solo cuerpo
 “encadenados y condenados a amarnos”.
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