Siempre soñé que al ser mayor tendría un marido
Como mi padre y muchos niños,
Ser feliz y llevar una vida normal,
Al igual que veía en mi casa, y ser una feliz mamá.
Dejé las muñecas y me hice mujer a base de golpes,
Insultos y todo tipo de humillaciones.
Fui soldado raso en muchas guerras,
No luchaba por ninguna ideología, ni por mi patria,
Solo por mantenerme viva, soy una sobreviviente
De un pasado sombrío que dañó mi cuerpo, mente y alma.
La fragilidad de mis huesos y la mirada perdida.
Hicieron que aquella niña dejara de soñar, reír y cantar.
Pero a pesar de todo ya no lloro, ni me dejo maltratar,
Ahora duermo sin miedos “¡Ya que él
Mi ángel, conmigo siempre está!”
Ya dejé las armas de guerra, mi escudo era mi cuerpo,
La espada mi mirada asustada, de poco me valía, más bien de nada.
Ya no tengo que limpiarme las heridas, ni lamerlas para aliviar el dolor.
Él, mi ángel salvador, con su amor las hizo cicatrizar.
Ahora duermo feliz, duermo en paz,
Él, mi ángel guardián conmigo siempre está.
Ahora ya puedo dormir y soñar, él jamás me dejará.
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