Habíamos quedado en su casa, solas las dos,sin adultos por medio, ella me quería enseñar cosas que guardaba en secreto y que su madre no quería que tocase. Yo era su mejor amiga y quería hacerme participe de lo que guardaba con tanta magia ya que cuando me contaba cosas.Yo me sentía especial,todos sus secretos eran míos también,estaba deseando ver lo que escondía, y nos fuimos a la habitación de su madre;Tenía una cama con dosel,era la primera vez que veía uno, bueno las vi en las películas; ¡era tan bella! --Yo soñaba despierta, quería para mí una igual y a los pies de la cama allí estaba el baúl, nos arrodillamos y con mis manos lo recorrí despacio era de madera y estaba tallado a mano igual que los barrotes de la cama; Cerré los ojos por un momento y con las yemas de mis pequeños dedos seguí los dibujos tratando de descifrar algún código secreto era realmente “mágico” una sensación que aún recuerdo y con el dedo índice de mis manos paso por los dem para ver si sigue en su recuerdo aquel día.Yo estaba impaciente por qué Andrea abriese el famoso baúl de su abuela ya que con ese fin quedamos.-Me miró y me hizo jurar que no se lo contaría a nadie, yo afirmé con la cabeza y estaba tan nerviosa que era incapaz de hablar, Andrea se llevó un dedo a su boca y me hizo shhh… la señal del silencio mientras reía y me enseñaba las dos paletas de su boca y abría más los ojos, tenía el pelo rubio todo lleno de caracoles y su cara estaba llena de pecas y sus labios eran regordetes,las dos nos reímos y entonces abrió el baúl de los secretos. Impaciente por ver su contenido lo fue abriendo poco a poco y de vez en cuando echaba un vistazo a la puerta de la habitación de su madre yo hacía lo mismo, empezó a sacar unos camisones llenos de encajes y bordados a mano.Todos eran blancos y empezó a ponerlos uno a uno encima de la cama. También me dejó que los tocara, en silencio siguió sacando más ropa eran sábanas bordadas a mano por su abuela, igual que los camisones, estaban todas bien dobladas pero era igual se veían los encajes y los bordados, Andrea me conto; son de mi abuela; Me las regalo para cuando yo me case y nos reímos las dos a la vez y me siguió contando, mi madre me las guarda sabes dice que cuando me case es parte de mi ¡ajuar de novia!,y se tiró en el suelo riéndose claro sólo teníamos doce años, ella cada vez reía más y me decía entre risas casarme--¡Qué asco!- Con un chico,si son viejos y se volvió hacia mí,y me pregunto-¿A ti te gusta algún niño del colegio?-Entonces me empecé a reír con ella y le dije que no, pensé en ese momento, jamás, si yo quiero casarme con mi padre cuando sea mayor empezamos a guardar todo como estaba. Para que su madre no se enterase de que habíamos entrado en su habitación y marchamos para el salón, allí me dijo: Como soy la única niña de la familia me tocaron todos a mí ¿Te gustan?-- ¿Te gustan? Me volvió a preguntar, yo le conteste son muy lindos y no sé si mis abuelas bordan y tienen de ese “ajuar” pero si es así tienen que coser toda su vida ya que somos cinco hermanas y empezamos a reírnos de nuevo, y entre risas le dije miraré si tienen los dedos con agujeros, pero no creo, ellas no bordan, y si una de ellas bordase. Tengo a mi tía que se va a casar, supongo que se los regalara a ella.Andrea me dijo si no me caso nunca y tu sí te regalo yo mi ajuar, pero no se lo cuentes a nadie, mi madre se enfadaría mucho se levantó y cogió una caja muy bonita, más que la de mi madre que era del cola cao, y hacía de costurero, la de ella era como de tela de sofá con dibujos y saco una aguja, se la clavó en un dedo y me agarro una mano para hacer lo mismo, teníamos que sellar el pacto de amigas con secretos, cerré los ojos apretándolos con fuerza y al pincharme--chillé ¡ay!- como duele y unimos los dedos mirándonos a los ojos y leímos como un código de amigas a la vez, jamás podía contar a nadie lo que esa tarde paso en su casa, estuvimos un rato con los dedos unidos hasta que ella los separo y lo metimos en la boca chupando la sangre, y empezamos a reír de nuevo, fue mi mejor amiga durante años hacíamos todo juntas hasta que el tiempo nos separó para llevar vida de adultos, la echo mucho de menos.Quiero aquella niña que se revolcaba por el suelo, quiero esos recuerdos ya que en eses momentos fuimos las dos muy felices.…
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