Surco los mares, mares llenos de malos sentimientos.
Con ganas de hacer todo el daño que a mí me hicieron.
Golpeo con fuerza y furia las olas del mar, todo el odio contenido en mí
Todo el desasosiego, la rabia, el rencor…
Hacen de mí, la persona más mezquina
Jamás controlada, voy sin rumbo, y sin embargo, sé lo que quiero.
Hacer daño, enamorar como a mí me enamoraron
Y después dar la estocada final.
Ver como sufre, y no me voy a conformar con uno sólo, a partir de ahora será mi prioridad, primero todo amor le daré como la más sumisa de las mujeres.
Me postraré a sus pies y haré que se sienta como un rey
Como si yo fuese su juguete y cuando esté convencido de que le pertenezco
Que no se vivir sin su aliento, y cuando sea él
El que no pueda vivir sin mi amor
Lo tiraré como juguete roto. Seré implacable
Le robaré el corazón y lo haré trizas.
Se desangrará hasta la muerte y se le helará el alma
Jamás se podrá recuperar y vagará en las tinieblas
buscando la luz que le salve de ellas.
Jamás podrá amar y ser amado, pues se borrará de la faz de la tierra
Nunca será digno de ello y cada vez que un ápice de amor aflore en su alma
Con una daga le atravesaré el corazón. Cómo un huracán lo trastearé hasta dejarle sin Fuerzas, sin ganas, descontrolado y sin saber por qué. Sus sueños serán sus peores Pesadillas, llorará al igual que un niño y echará de menos cualquier gesto de cariño Mendigará por un lugar donde poder dormir sin temor a ser atacado
A no tener frío, no mojarse con la lluvia
y poder compartir una manta con un desconocido.
Sólo así, sabrá todo el dolor que ha infringido. Su cabeza perderá el sentido
Vagando cómo un loco por un dolor, que no tiene fin su recorrido.
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