Mi mochila [Cartas a Fernando]
Vuelvo atrás y creo que un poeta algo así escribió, o por lo menos es lo que recuerdo. Por tu mirada, mis ojos a ti debo, por un soplo de tu vida, mi vida te entrego. Ahora bien, si de toda mi triste vida pudieras ir al infinito y traerme un elixir mágico que pueda calmar mi dolor, y así desaparezca lo que almaceno en lo más escondido de mi pobre mente, pues la ciencia jamás tendrá el poder de descubrir dicho medicamento, ya que jamás podrá resolver tan doloroso misterio.

Vivo por vivir, aunque agote la vida en ello. Vivo porque a nadie mi mochila debo pasar, pesa cada día más y por ello en vida muero. Pero qué más da, pues reparto alegría, amor, abrazos y besos, seco lágrimas con un único gesto, pero para mí, nada de eso tengo.

Mi mochila está cargada de la amargura de mi sufrimiento. Mi corazón roto, mi alma no sé dónde está y aún así, duele cada día más. ¿Qué te daría yo amor?
Si del infinito me traes un poco de ello, una poca de esencia de mi vida, ya que por más que busco, olvidado quedó y no recuerdo qué pasó. Sólo sé que me dejó con llagas en mi corazón y que ya no tiene remedio, que no hay un médico en el mundo entero que pueda con ello; por eso mi alma de mí se aleja, ya que día a día, las llagas van creciendo y no hay cura para tan terrible misterio.

¿Quién quiere todo esto?, ¿Quién quiere mi mochila? Por una vida segada por el odio, por el miedo; aunque aviso que nada de su contenido es bueno.
Si yo pudiera, la cerraría con mil candados, y las llaves las tiraría al mismo infierno
Regálame una mirada, una sonrisa, acógeme  en  tu cuerpo y tiéndeme tus brazos
¡Un abrazo por favor! Y grita, te lo ruego.-¡Grita! por mí al mundo entero que tengo mucho miedo, despiértame con un beso, ya que lágrimas no tengo la fábrica cerró por quiebro; por favor déjame dormir en tus brazos, llama por mí  a “Morfeo”.

 
FIRMADO;
Un corazón roto, una vida incompleta. Muchas malas experiencias me regalaron sin yo quererlo, y de mí sólo queda un infierno ya que esa carga es mía y deshacerme de ella yo sola no puedo. Cuando yo nací, mis padres me regalaron un trocito de cielo y con sus corazones hicieron el mío, el regalo más bonito del universo.

Él no tenía experiencia, para él todo era bello.
Se lo enseñó al diablo, mi corazón de amor estaba lleno, lleno de luz, inocente como el de un niño pequeño; eso fue parte de lo que mis padres me dieron: sin embargo, yo no supe protegerlo y él me llenó de veneno. ¡Maldita malicia!, ¿dónde estabas en ese momento?-- "que yo con tanto dolor ya no puedo".
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